En poco menos de un mes llega la primavera. El campo florece, y el frío va desapareciendo poco a poco. Pero con la primavera, también llegan unos visitantes hinóspitos.
Estamos hablando de la oruga procesionaria del pino, un insecto muy peligroso para los perros, e incluso para las personas.
Es un lepidóptero nocturno “Thaumatopea pytocampa”. Vulgarmente se le conoce como procesionaria del pino. Sus nidos habitualmente están situados en árboles de la clase de las coníferas: pinos, abetos, enebros etc.
Su ciclo biológico empieza tras el verano, cuando las mariposas salen del terreno y empiezan a reproducirse. A continuación, ponen sus huevos en las agujas de los pinos. Estos huevos se desarrollan en larvas, que pasan por distintos estadios, y que van tejiendo los característicos nidos sedosos que se pueden observar en los pinos. El momento más peligroso para nuestros perros del ciclo, es la migración. Una vez desarrolladas las orugas, descienden de los pinos, y van en procesión, como su nombre lo indica.